Este fin de semana pensaba descansar y el lunes empezar a escribir una nueva entrada. Pero esta noche no pude dormir de tirón porque a alguien del otro rincón del mundo se le había ocurrido llamarme a las 3 de la madrugada porque se aburría. Mea culpa por dejar el teléfono encendido y al lado de la cama. Parece ser que encontró mi número de teléfono en mi perfil de LinkedIn, el cual había quitado para evitar ese tipo de situaciones (llamadas que no tenían nada que ver con los negocios, sino con las ganas de algunos de charlar a las tantas de madrugada). Considerando un tiempo después ponerlo de nuevo para ver si la gente había olvidado ese tipo de prácticas. Hasta tuve que desinstalar Viber y estuve a punto de hacer lo mismo con Whatsapp, pero no voy a dejar de hablar con mi familia por culpa de estos personajes. Y si me pongo a hablar de Skype, me enciendo mucho más. Sólo les digo que alguien me contactó supuestamente por temas de negocios y después de 2-3 preguntas me pregunta si las mujeres de aquí son “hot” en la cama. ¿Qué?
Siempre he pensado que LinkedIn era una red bastante seria, que la gente está allí por un motivo profesional. Entiendo que todos somos humanos, tenemos sentimientos y necesidades, pero para esto se han inventado las redes sociales o para los que buscan algo más, las redes de contactos. Sé que estas personas representan un pequeño porcentaje, pero por culpa de esta minoría tengo siempre que pensar que datos poner y que no. Y me molesta porque a través de LinkedIn he conocido gente muy interesante, que me ha aportado muchísimo…hasta me han llamado para ofrecerme algún puesto de trabajo. Con lo cual LinkedIn cumple con creces sus funciones.
Y no hablar de la gente que intenta venderte algo sin molestarse en mirar un poco tu perfil. Reconozco, yo también cometí errores; tuve un periodo en que tenía mucha presión para conseguir clientes y empecé a usar LinkedIn y a contactar a todas las personas que trabajaban en mi sector y en el departamento de import. Si hay alguien que lee esto y haya recibido algunos de esos mensajes, lo siento. Por lo menos me informaba antes de escribirles…así tengo la conciencia más tranquila. Pero nunca voy a entender por qué me quieren vender minerales, productos derivados del petróleo, maquinaria y repuestos y hasta servicios de ingeniería. También han intentado venderme productos financieros que requerían tener más de 500.000 euros…probablemente sea una estafa, pero si me ha vieron cara de rica, hay que disfrutar de ese momento de gloria. Si al final no hay otro remedio y la única manera de encontrar clientes es a través de LinkedIn, por lo menos mira en que sector trabajo. Si trabajo en el sector alimentario es muy poco probable que te compre algo que no tenga mucho que ver con mi sector. Y si trabajo en el sector de exportación, mi trabajo es vender y poco comprar. Pero bueno, supongo que enviar un email genérico a todos los contactos de LinkedIn es cuestión de unos minutos y si no sale ningún cliente, no se ha perdido nada, salvo molestar y considerar tu mensaje como spam. Y si dentro de poco cambio de sector y necesito tu productos, no te buscaré puesto que considero una falta de profesionalidad esas prácticas.
Con todo esto creo que ya he dicho lo que tenía que decir y puedo empezar el fin de semana más tranquila. Que disfrutéis de estos días tan bonitos y que el teléfono no suene mucho.