Hoy me he encontrado con una amiga que no vi desde hace unos meses y muy contenta me contó que se había comprado un piso. Una gran noticia, ya que llevaba años buscando un piso a un precio normal, sin tener que hipotecar a sus hijos y a los hijos de sus hijos . Ya sabemos la continuación de esta historia: me contó todo lo que se puede contar sobre su nueva adquisición. Hasta que llegamos a hablar de la compra de los muebles. ¿ Que hay de raro en comprar unos muebles? Tienes varias opciones: te vas a Ikea y te vuelves experto en carpintería o compras en una tienda que te lo hace todo. Esta amiga mía no es fan de Ikea, así que para los muebles de cocina ha elegido pedir varios presupuestos – unos 10, para que no falten. Y los conocidos riéndose de ella por pedir tantos presupuestos…pobres inocentes.
Y ahora que he hecho la introducción como Dios manda, voy a pasar a cosas más serias. Bueno, de los 10 presupuestos pedidos hace 2 meses, hasta la fecha actual sólo ha recibido 2 respuestas. Y la verdad es que no me extraña ….lo sé, soy un poco pesimista. No creo que haya tanta gente comprando mueble como para permitirte el lujo de elegir los clientes. Y por desgracia, esto no pasa sólo en este sector. En mi trabajo también he tenido que pedir precios y presupuestos y me ha pasado lo mismo. ¿ Por qué pasa esto? Se supone que estamos en crisis, que faltan clientes….Y yo, cada vez que me piden un presupuesto, me alegro como un niño que recibe un caramelo, aunque sé que después pocos van a comprar. Pero si se ha molestado en enviarme un email o llamarme significa que le ha gustado lo que ha visto en el catalogo. Justo ayer recibí un email de un cliente y pidiendo un pequeño descuento para ver si pasa un pedido. Cuando he visto el email y le he respondido, me ha venido en la cabeza la imagen de un niño abrazando su peluche gigante….el peluche siendo mi cliente. Lo sé, tengo mucha imaginación. Pero prefiero quedarme con esta actitud. Aunque también intento buscar una excusa a los que no responden, ya que he pasado por varias empresas y en algunas he encontrado la respuesta a esta situación :
- El comercial no tiene un asistente que le ayude y todo el trabajo administrativo que supone una venta lo tiene que hacer él. Así que para no acumular más trabajo que sabe que no podrá hacer, se limita a los clientes actuales.
- La política de la empresa es ir por los grandes clientes y si el presupuesto es para un pedido pequeño, nadie se molesta en responder.
- El comercial no tiene libertad para establecer los precios, el jefe quiere tener el control y él decide los precios. Esto pasa en las empresas pequeñas donde el jefe está en todo. Y como está en todo, no tiene tiempo para nada y así estas detrás de él días y el cliente ya te ha olvidado.
- No hay una política de incentivos. Cobraré lo mismo si vendo 1 camión o 3. Así que prefiero vender 2, hago un poco más pero no hago mucho más.
Supongo que habrán más excusas , pero ahora mismo pocas se me ocurren. Pero a pesar de haber pasado por todas estas situaciones, prefiero responder a las demandas, me siento más tranquila y puede que haya dado con ese gran cliente que todos deseamos.
Que tengan un buen día y muchos pedidos.
jajaja, me encanta!!!! Una vez hablé sobre una experiencia similar en Linkedin, y me criticaron de ir contra la “marca españa”. Te lo prometo.
Gracias por ser tan sincera.
Lo que he pretendido con este articulo es realizar una critica constructiva para hacer reflexionar a las personas con esas actitudes, hacerles conscientes y que de este modo puedan cambiar. Creo que no tiene nada que ver con la marca España, esto pasa en todo el mundo. Igual nos podemos callar, meter la cabeza en la arena y escribir la bonita que es la marca España. Pero a los de fuera no creo que les importe lo que escribimos nosotros sobre la marca de España o de otro país. Ellos quieren efectividad.