Este fin de semana pensaba descansar y el lunes empezar a escribir una nueva entrada. Pero esta noche no pude dormir de tirón porque a alguien del otro rincón del mundo se le había ocurrido llamarme a las 3 de la madrugada porque se aburría. Mea culpa por dejar el teléfono encendido y al lado de la cama. Parece ser que encontró mi número de teléfono en mi perfil de LinkedIn, el cual había quitado para evitar ese tipo de situaciones (llamadas que no tenían nada que ver con los negocios, sino con las ganas de algunos de charlar a las tantas de madrugada). Considerando un tiempo después ponerlo de nuevo para ver si la gente había olvidado ese tipo de prácticas. Hasta tuve que desinstalar Viber y estuve a punto de hacer lo mismo con Whatsapp, pero no voy a dejar de hablar con mi familia por culpa de estos personajes. Y si me pongo a hablar de Skype, me enciendo mucho más. Sólo les digo que alguien me contactó supuestamente por temas de negocios y después de 2-3 preguntas me pregunta si las mujeres de aquí son “hot” en la cama. ¿Qué? Continue reading