Lo que nadie me dijo del comercio exterior

empleo comercio exteriorEl verano está por terminar, las vacaciones también y mi correo otra vez empieza a llenarse de ofertas de cursos y másteres. Desde hace un tiempo atrás he notado que hay una gran oferta de cursos de comercio exterior. Y casi siempre se promete lo mismo: encontrar empleo. Una táctica de marketing que en estos tiempos engancha. Todo el mundo quiere escuchar la palabra mágica: empleo. Y la descripción de este futuro empleo suena siempre tan bonita… Me acuerdo de las expectativas que tenía al empezar mi máster en comercio exterior, todo tan bien pintado. ¿Cómo no voy a hipotecarme con este prometedor futuro? Las propinas que ganaba de camarera eran muy buenas, pero no daban para pagar unos 9000 euros. Lo que quiero hoy con esta entrada no es desanimar a los que quieren trabajar en este sector, yo no me arrepiento de nada. Es un trabajo muy bonito, pero me habría gustado saber más en que consiste este trabajo.

Si estás pensando estudiar comercio internacional, este post es para ti. En él hablaré desde el punto de vista de alguien que ha trabajado (y sigue trabajando) en un departamento de comercio exterior, tanto como comercial o como asistente. Para los que están deseando conocer el mundo del comercio internacional, menciono que hay muchas salidas profesionales, se puede trabajar en empresas de transportes, en aduanas, en departamentos de importación, en consultorías, en organismos oficiales, etc.

Antes de empezar a trabajar en este departamento, mis expectativas sobre el empleo se podrían resumir en estas líneas:

  1. Trabajar con gente de todo el mundo, conocer culturas y mentalidades muy diferentes.
  2. Viajar a otros países para participar en ferias, visitar/buscar/negociar con clientes.
  3. Hablar varios idiomas.
  4. Poner a prueba las habilidades de negociador.
  5. Diseñar y ejecutar proyectos de negocios que si tienen éxito van a ser tus bebés.
  6. Utilizar términos que los demás mortales no conocen (ej. Incoterms).
  7. Colaborar con los demás departamentos de la empresa.

Y ahora viene la realidad (aclararé cada punto de arriba):

  1. Clientes de culturas diferentes se puede traducir en “muy diferentes a la española”. Con lo cual hay que cambiar de chip, lo que vale aquí no vale allí. La palabra clave es adaptarse (adaptar la cultura empresarial, los productos…)
  2. Es muy bonito viajar, participar en ferias…Si trabajas en una empresa pequeña, lo más probable es que no viajes, que todas las ventas se tienen que hacer por email y teléfono. Ir a una buena feria, con muchos participantes y visitantes puede costar como mínimo 20.000 euros (hay subvenciones, pero algunas piden mucho papeleo). La mayoría de las PYMEs no puede asumir este gasto. Y si tienes que visitar algún cliente, no esperes a hacer turismo. La empresa te paga el viaje para conseguir unas ventas, no para que te hagas selfies por allí. Así que lo más probables es que entre ida y vuelta no tengas tiempo de nada más, sólo de ver al cliente. Y espero que hayas conseguido esa venta…
  3. A veces te vas a sentir como en el Babilón. Ahora una llamada en inglés y la siguiente en otro idioma. Pero esto es fitness para tu cerebro. ¿Tienes miedo? Esto significa que tienes que mejorar YA tu nivel de inglés…como mínimo. No te digo que hables como un nativo, es muy difícil. Digamos que estás preparado cuando entiendes las películas. Si ya has superado esta prueba, estás preparado para hablar por teléfono con todo el mundo. Vas a tener que tratar con varios acentos, un cliente te hablara más rápido, otro más lento. Casi nadie tiene tiempo para repetirte las cosas. Ah, que se me olvidaba. También tendrás que traducir catálogos, fichas técnicas, folletos, etc. Es normal que no te conozcas todos los términos técnicos o legales, así que no te agobies. Yo siempre he pensado que a la hora de traducir un catalogo habrá que contratar los servicios de  un traductor. Esto da una imagen más profesional.  Te contaré una anécdota: mi primera experiencia laboral en este mundo fue como becaria y la primera semana tuve que traducir un catalogo y una ficha para los clientes, para que la rellenen con datos de sus máquinas. La mitad de las palabras eran tan técnicas que nadie sabía explicármelas, si no me enseñaban partes de una máquina. Después de una semana de búsquedas en internet, por fin tenía la ficha. Pero nadie la rellenaba porque no sabían de que hablo. Al final contratamos los servicios de un traductor. No fue un gasto, sino una inversión porque ganamos mucho más con las ventas.
  4. Nadie nace buen negociante, esto se aprende. No se negocia igual con todos los clientes. Mucha gente te dirá que hay que ser agresivo. Son opiniones; yo parezco una mosquita muerta, pero esto no significa que no pueda vender. Ahora bien, si trabajas en una empresa muy pequeña, lo más probable es que no negocies tú, sino el jefe. Tú tienes que ser buen traductor, interprete, asistente….
  5. Los proyectos van a ser tus bebés. ¿Los bebés son bonitos, no? Pero hay que prestarle mucha atención, no te dejan dormir, a veces no sabes que quieren…Algo así pasa con algunos proyectos. Te van a dar dolores de cabeza, no te van a dejar dormir por la noche porque ves que no sale como lo habías planeado. Es muy difícil controlar todas las variables. Voy a dar como ejemplo lo que pasa ahora con Rusia. Hasta hace poco todo el mundo quería entrar en ese mercado, un mercado muy difícil pero con buenas perspectivas. Nadie se esperaba que se cierren las “puertas” de un día para otro. Pero no te asustes, no pasa esto todos los días. Sólo te digo que estés preparado y no te derrumbes, siempre hay soluciones. Y no estás solo, los jefes están allí también para ayudarte a encontrar soluciones.
  6. FOB…CFR…DDP…cuantas palabras te ahorras a la hora de utilizar estos términos. Si estudias, seguro que tus profesores te dijeron que los aprendas como Padre nuestro. En la vida real vas a utilizar muy pocos. Si trabajas con clientes de la UE, lo más probables es que uses EXW, FOB o CPT. Y si son clientes fuera de la Unión – FOB, CFR o CIF. Hay algunas empresas que sólo trabajan con FOB. Yo he trabajado también con CFR y no hay mucho misterio. Pero bueno, para gustos y colores.
  7. Colaborar con los demás departamentos de la empresa, ese maravilloso trabajo en equipo del que habla todo el mundo. Que sepas que los demás departamentos también tienen (mucho) trabajo y no van a responderte cuando tú quieras. Así que tienes que estar encima, pedir, rogar… Te aconsejo aprender un poco de cada departamento, serás más independiente, trabajarás más rápido y los demás lo apreciarán.

Bueno, parece que ahora todo pinta muy negro. Espero que no, yo he vivido todas estas situaciones y sigo queriendo trabajar en este sector. Este trabajo implica muchas más cosas, pero para esto podéis consultar las ofertas de empleo para ver las tareas de un técnico en comercio exterior o de un export manager.

Y para terminar, os voy a decir que tener clientes que te den las gracias por hacer bien tu trabajo o algún excliente (ya que cambiaste de empresa) que quiera verte porque te aprecia… no tiene valor. Para lo demás existe MasterCard (o el sueldo domiciliado allí).

 

4 thoughts on “Lo que nadie me dijo del comercio exterior

  1. Te ruego que aceptes mi felicitación: después de muchos años – demasiados – navegando en el proceloso mar del comercio exterior, no sabría expresarlo mejor. Me lo indicó un viejo capitán de barco griego con el que hube de bregar en 1975, que, a la sazón se retiraba: es un dulce veneno que, sin matar, te mantiene en agonía toda la vida. Se refería al ejercicio de la navegación y, por supuesto, del comercio exterior…

    Bendito y maravilloso veneno. No dejes de consumirlo nunca.

     
    • Gracias de nuevo. La verdad es que me faltan las palabras para responderle, no encuentro una mejor manera que definir el comercio exterior…”bendito y maravilloso veneno”.

       
  2. Coincido contigo “Bendito y maravilloso veneno”
    La verdad es que has hecho una descripción muy cierta y realista de lo que es trabajar en este sector que para nada es lo que te cuentan en los master, ni en los cursos de comercio exterior. Mis felicitaciones!

     
    • Gracias Raquel, pero tengo que reconocer que esta definición no me pertenece (como puedes verlo en el comentario anterior). Creo que es normal que haya diferencias entre la teoría y la practica, pero si podemos saber que hay detrás, mejor.

       

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