Hace unos meses estaba leyendo que según el ultimo informe PISA, España ocupa los últimos puestos en comprensión lectora y matemáticas. Ahora no voy a criticar el sistema educativo español, no lo conozco muy bien y tampoco vengo de un país con muy buenos resultados para dar ejemplos o sugerencias. Pero en el trabajo de día a día he notado que hay mucha gente que no comprende los emails, que no sabe muy bien lo que pido, a pesar de ponerlo muy claro, en negrita y usando bulleted list. Esto me provoca mucha frustración porque pienso que el problema soy yo, que no sé expresar bien mis demandas. No pocas veces he pedido a algún compañero que verifique ese email «problemático» y siempre me dice que está bastante claro. Menos mal que todavía hay compañeros que siempre tienen tiempo para los demás compañeros.
¿ Por qué está pasando esto? Muchas de las personas con las que trabajo tienen un nivel de educación bastante elevado, con lo cual pienso que son capaces de entender texto muchos más difíciles que un simple email. Creo que las nuevas tecnologías y las redes sociales tienen mucho que ver con la baja comprensión lectora. Cada vez se nos inculta la idea que vivimos en un mundo que va a un ritmo muy rápido, que tenemos que estar informados de todo lo que pasa para anticiparnos, que no podemos dedicar demasiado tiempo a una tarea, etc. Hemos llegado a pensar que somos tan ocupados que queremos saberlo todo en muy poco tiempo. Y para esto se ha inventado Twitter: en un par de minutos ya sabes lo que pasa en el mundo sin necesidad de leer un periódico entero. Dejadme contarles una pequeña historia que ilustra todo esto.
Un comercial había recibido un contrato de mas de 10 páginas para revisarlo y firmarlo y pensaba que era perdida de tiempo leerlo bien, así que pidió a un becario que le haga un resumen de no más de una página con las ideas principales. Tengo que añadir que el becario llevaba muy poco tiempo en la empresa, con lo cual no conocía muy bien el funcionamiento de la empresa. El resumen se hizo y con esto el comercial consideró que tenía todos los datos para firmar el contrato. ¡¡¡Error!!! (como lo dicen en la publicidad de acierto) A pocos meses empezaron a llegar penalizaciones de miles de euros porque las etiquetas no se hicieron según lo establecido en el contrato. Y el becario ya no estaba para echarle la culpa…
Ahora bien, no es lo mismo leer un email que un contrato y por esto no puedo explicarme porque cuesta tanto responder bien a un email. Ya sé, siempre hay cosas para hacer, siempre estamos ocupados, pero si dedicamos un poco más de tiempo a entender un email, a largo plazo ahorraremos tiempo porque no habrá que enviar otros emails con lo que se nos ha olvidado en el primero. Creo que es el tiempo de re-aprender a leer y a dedicar unos minutos más para entender. Mejor ser tortuga y llegar a la meta que ser liebre y quedarnos en el camino.
http://ladelibroabierto.wordpress.com/2014/08/12/un-amor-hipster-como-el-de-las-peliculas/
De acuerdo contigo, la situación es muy similar en Argentina. Aquí tenemos una variante: Parecería que la droga ha afectado seriamente a toda una generación: Hay veces en que en bancos, oficinas públicas, es decir, en lugares establecidos y en los cuales se toman pruebas de admisión a los aspirantes (eso dicen), las personas más jóvenes parecería que no te entienden cuando les hablás, están hiperactivos, como distraídos … Una verdadera pena.
Besos!
Esto pasa también por aquí. Me acuerdo una vez que fui al banco para solucionar un problema con mi tarjeta y el chico que me atendió no paraba de mirar su teléfono, miraba también por la ventana…
Me encanta tu crítica. Especialmente la referida al contrato. Dentro de poco voy a publicar una entrada sobre la misma situación. En fin.. 🙂
Hola Erica,
Gracias por el comentario y por la visita. Yo creo que muchos hemos vivido una situación parecida…pero pocos la contamos. Deseando conocer tu historia.
Un saludo,
Ana